WELCOME TO HELL
No fue muy bien nuestra visita por el norte noruego, se podría resumir como tres días en los que casi acabamos al borde de la locura.
La roca a medio camino entre la caliza y el conglomerado
Y eso que la cosa empezó bien, escalando en la escuela de Hell con un día de puta madre.
La tónica general vías muy explosivas y pasos a bloque.
La escuela un poco pobre era caliza o similar, y lasa vías más altas tendrían unos metros, eso si casi todo desplomado y tenia pinta de que salían cosas duras. El tiempo nos acompañaba e incluso nos dimos un bañito en el mar del norte.
Cristina y Andres bañándose en el mar del norte
El plan era pasar dos días mas en la escuela y alrededores pero el tiempo jugaba en nuestra contra. El segundo día empezó a chispear y decidimos ir a Trondheim (solo de pronunciarlo nos salen sarpullidos así que procurare evitarlo).
Mascota de Andrés, la bautizamos como encantos
La lluvia no amaino, cada día llovía más y más y los pocos ratos que teníamos los pasábamos dando paseos por el parque que teníamos al lado.
Cuando escampaba nos podíamos dar un baño en un lago.
Entre diluvio y diluvio jugábamos un poquito a las cartas o cocinábamos unas gambas lo único un poco adsequible en esas latitudes.
Remedio casero para ahuyentar a los bichos, del tamaño de gorriones
Ya el ultimo día y tras recoger a Valter y Rebeca abandonamos Trondheim en medio del diluvio univesal.
Conversando con los habitantes del parque en nuestras horas muertas
Las grandes paredes del Trollvegen, aunque la niebla las tapa en la foto, y las cascadas a lo largo de la carretera nos suben un poco los ánimos.
Trollvegen,1500 m verticales de roca, no se ve en la foto
La lluvia siguió arreciando y apunto estuvo de inundar nuestras maltrechas tiendas.
Cascadas del Trollstigen.
El tiempo nos dio un poco de tregua pero solo durante media mañana, luego ferry, cascadas, fiordos y demás todo acompañado con frío lluvia y viento. Menos mal que ya por la noche el tiempo nos dio una tregua y a la mañana con los primeros rayos de sol en mucho tiempo no pude hacer otra cosa que meterme el lago glaciar (lo vi en tocando el vacio).
Lo mejor un buen baño antes de desayunar.
Ya con las pilas recargadas por los rayos de sol nos encaminamos a los últimos días de nuestro viaje.
Lengua Glaciar del Briksdal Breen.
Publicar un comentario