EL PARAISO, DE VUELTA A CASA

La vuelta a casa fue piedras y turismeo, aunque pudimos parar tres días a escalar en algo parecido a el paraíso.

Daba igual de piedra que de madera la cosa parecía que era ver iglesias. Andrés y yo nos resignabamos y aguardábamos a lo que nos esperaba.

Llegamos a la pequeña escuela de Berdorf, con no muchas vías pero de gran calidad. Esta escuela de verano únicamente para escaladores deportivos nos dejo impresionados (Solo se puede subir con pies de gato y no se pueden usar friends ni fisureros), para no desgastar la fina arenisca estilo Fontainebleau. No solo por la calidad de sus vías, sino también por la belleza de sus paisajes.

Recordar también que es la escuela de las prohibiciones, cortarse con el magnesio, no se puede equipar mas de lo que hay (una pena tras habernos dado una vuelta por el bosque), no se puede escalar sin permiso (que conceden sin problemas aquí), pena que este permiso no lo tengan que solicitar los andarines también pero bueno todo sea para que se siga manteniendo en el estado actual. Y por si todo esto os parece poco todo a 10 minutos del camping

Si se puede decir algo negativo de la escuela es que algunas vías se cruzan y amontonan en las paredes creando una sensacion caótica si no se tiene una buena guia (una pequeña descripción de las vías).