Escalada, montaña y "otras hazañas" de burgaleses exiliados.

Como nos habíamos quedado con ganas de caliza, huimos del exigente granito charro hacia tierras cantabras, esperando encontrar buen tiempo, paredes verticales con vías largotas y buen tacto, nada mas lejos de la realidad.

El primer día tras calentar en algunas vías fáciles, nos fuimos a la pared del eco, tremenda sorpresa tras encontrar vias de cuatro y cinco chapas con manos y pies como el mármol.

Inasequibles al desaliento, el segundo día estuvimos en el sector cueva mur. Vías bastante mas largas y con mejor tacto, también nos acercamos al la cueva de los gitanos con vías con canto y desplome generoso que hace que sean bastante recomendables.

Ya el tercer día y con intención de irnos con las orejas gachas fuimos de nuevo a la pared del eco donde solo Garrote fue capaz de encadenar algo. Ya volveremos más fuertes y tecnicos y ajustaremos cuentas con Ramales.