Escalada, montaña y "otras hazañas" de burgaleses exiliados.

Tras llegar al aeropuerto de Marrakech, y pelearnos con los comerciales de distintas empresas de alquiler de coches (son unos pesados). Salimos con nuestro renault Clio dispuestos a pasar el Atlas y llegar a Todra.

Llegada al aeropuerto de Marrakech

La primera dificultad del viaje además de perdernos a la salida de Marrakech, fue cruzar el Atlas, dos puertos de montaña a 1500 m y 2200 m de altura, menos mal que Javi nos llevo a la perfección, (ya me gustaría ver a los del tour de Francia subiendo esto). Los pueblos de los valles preciosos, hechos enteros de Adobe, eso si visto uno vistos todos.

Pueblo en el medio del Atlas

El resto de dificultades tuvo que ver con la costumbre marroquí de andar por la carretera vestidos completamente de negro cuando ya a anochecido que casi hace que Andrés le de un infarto. En total serán unas 6 horas de viaje. Paramos en un hotel que encontramos antes de llegar a las gargantas, Zakar Charif, habitaciones limpias cena abundante (podiamos repetir y todo) y servicio excelente. ¿Que más podíamos pedir?.

Vista del rio Todra desde el hotel

A la mañana nos reunimos con Hassan, escalador de la zona, que ha echo una guia a mano y la vende a la entrada de las gargantas, nos aconsejo un sector de deportiva para empezar, "Trainee Blanche", uno de los mejores de la semana.

Ana descansando con las gargantas al fondo

El día se dio bien aunque a la mañana hacia un calor de la hostia. Ana se fue con un 6b encadenado y Javi, Alberto y yo con un 7a+, Andrés cayó en el último paso por un fallo tonto (otra vez será). También probamos un 7b (en la guia venia marcado como 7a+), pero sin demasiada fortuna.

Javi en Afrique physique 7a+ que casi hace a vista

Ya por la noche cena abundante, una sisha (pipa de agua) y una entretenida tertulia en la terraza del hotel con Morat y Mulay, los camareros del hotel.

Escalar en las gargantas del Todra, Marruecos.